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Fortaleciendo los lazos familiares a través del juego.
Fecha de Publicación: 5/20/2016
Los cambios en la sociedad, la rutina de trabajo y estudio que tiene cada integrante de la familia hacen que se consideren algunas actividades más importantes que otras y en muchas de las ocasiones el tiempo destinado a los hijos es menor.
La familia es el primer contexto natural de juego y tiene para el niño un valor emocional significativo e insustituible. Tomando esto en cuenta debemos procurar que exista un ambiente adecuado y que proporcione elementos para lograr el bienestar y el desarrollo óptimo de los integrantes. Es por ello que se recomienda realizar una actividad sencilla que fomente la interacción familiar, y el juego es la herramienta que nos permite reforzar vínculos afectivos favoreciendo la comunicación, la confianza y la unión, además de ofrecernos el conocer las habilidades, gustos, preferencias, capacidades y sentimientos de nuestros hijos.
Si en la familia notamos una falta de interacción y de comunicación el juego es una buena herramienta de acercamiento.
Algunos de los juegos que podemos realizar en familia desde que son bebés hasta edad escolar:
· De los 0 a los 3 meses: el juego sugerido es donde se de el contacto físico y la estimulación de la vista y el oído, por ejemplo cargar al bebé interaccionar con una sonaja aunado con música suave.
· De 4 a 6 meses: el juego sugerido es para desarrollar la motricidad como sostenerse, manipular objetos, por ejemplo los móviles, hacerle burbujas para que intente tocarlas o atraparlas.
· De los 7 a los 12 meses se da el gateo, los juegos apropiados son: fomentar el gateo siguiendo una pelota suave, apilar cubos, un juego clásico es taparte la cara con las manos y destapártela diciendo: “¿Dónde está mamá? ¡Acá está!, y así una y otra vez, guardar objetos en una caja; estimula este comportamiento haciendo sonidos y luego animando a tu bebé para que haga lo mismo.
· Del año a los 3 años de edad: leerle cuentos realizando énfasis en onomatopeyas, puede ser también de manera interactiva diciendo vamos a buscar el perro, y luego decir “¡aquí esta!” y mencionar las características físicas acordes a la imagen del perro, otro juego es ponernos frente al espejo y realizar diferentes gestos faciales (enojado, feliz, triste, sacar la lengua, etc.), jugar a la pelota.
· De los 4 a los 8 años: jugar a esconder un objeto y encontrarlo, moldear plastilina, colorear, dibujar, pasear en la bici, jugar a la lotería, adivinanzas, armar rompecabezas, etc.
· De los 9 a los 12 años: los juegos de destreza física o mental, los juegos de mesa (damas chinas, juego de la oca, jenga, pictionary, etc.) o simplemente el practicar un deporte juntos, son los de mayor aceptación.
Es importante elegir los juguetes y juegos adecuados evitando lo más posible el uso de los juegos electrónicos.
Cuando jugamos en familia provocamos una sensación de relajación, espontaneidad y diversión olvidándonos de preocupaciones, este ambiente cálido es propicio para mostrar nuestras emociones y afectos fortaleciendo los lazos de unión entre las personas que participan.
Escrito por Ms. Patricia Rico / Coordinadora de Psicología