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La Gratitud.
Fecha de Publicación: 11/16/2018
“Cuando te levantes por la mañana, piensa en lo precioso que es el privilegio de estar vivo: respirar, pensar, disfrutar, amar, ¡entonces haz que ese día cuente!.”
- Steve Maraboli.
La palabra “gratitud” proviene del latín “gratus” que es sinónimo de “agradable y agradecido” y del sufijo “-tudo” que es equivalente a “cualidad”. Es un sentimiento de reconocimiento o agradecimiento que una persona tiene hacia alguna persona o situación. Se trata de centrarse en las cosas buenas de nuestras vidas y dar gracias por lo que tenemos; es detenerse a tomar conciencia y valorar las cosas que solemos dar por sentadas, por ejemplo, el lugar donde vivimos, la comida, el acceso al agua potable, nuestra familia y amigos, etc. Es tomarse un momento para reflexionar lo afortunados que somos cuando algo bueno ocurre, ya sea importante o intrascendente.
La gratitud no solo nos hace sentir bien. Al igual que otras emociones positivas, sentirnos agradecidos habitualmente puede tener un impacto enorme en nuestras vidas e incluso las investigaciones del cerebro muestran que las emociones positivas son buenas para nuestro cuerpo y cerebro, así como para nuestra mente. Algunos de los efectos positivos de ser agradecidos son:
- Ver más posibilidades y asimilar más información.
- Estar menos estresadas y menos deprimidas.
- Estar felices, tranquilos, alegres o contentos.
- Cuando sentimos gratitud por la amabilidad de otros, es más probable que, en agradecimiento, seamos amables.
- Darle las gracias a las personas puede aumentar las probabilidades de que ellas repitan sus gestos de amabilidad.
- Al expresar gratitud a nuestros allegados generamos lazos cariñosos y de confianza.
- Estar más conscientes cuando ocurren cosas buenas.
El hábito de la gratitud lo podemos desarrollar al hacer un recuento intencional de los privilegios de los que gozamos.
Es nuestra labor como padres enseñarles a nuestros hijos a valorar, a decir gracias y a crecer con personalidad a pesar de las dificultades que enfrentemos tratando de moldear sus almas. Una parte importante de ser padres es fijar límites, obviamente sin dejar de transmitir amor. Comprar más cosas no nos ayuda a llegar al corazón de nuestros hijos.
Una poderosa manera que los científicos han encontrado y que puede aumentar tu bienestar, es simplemente hacer listas diarias de gratitud. Anota 5 cosas de las que te sientas agradecido por cada día. Este acto simple (!y corto!), puede aumentar significativamente tu felicidad.
También les recomiendo que vean la TED TALK de David Steindl-Ross, titulada “¿Quieres ser feliz? Se agradecido”.
Como padres, una actitud de gratitud es una de las características personales que podemos enseñarles a nuestros hijos. La gratitud es la base de un hogar que se construye con respeto. Cuando apreciamos nuestras posesiones y a las personas que nos rodean, cuando los niños están conscientes de que las cosas no aparecen mágicamente en nuestros closets o la comida en nuestras mesas, llegamos a un nivel de gratitud que no podemos desechar. Llegamos a valorar y respetar tanto a nuestras familias como a nuestras cosas. Tenemos que dejar de dar todo por sentado.
- Ms. Lucía Villalón
Directora de Campus Barragán.