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La convivencia en la familia desde pequeños
Fecha de Publicación: 11/10/2015Todos los niños tienen derecho a expresar lo que sienten y piensan; a tener una vida segura y saludable; a ser protegidos; a jugar, a divertirse y a aprender sobre cosas que les beneficien; a ser tratados con respeto. Por eso es importante que las familias garanticen que los niños crezcan en un ambiente sano donde se sientan seguros, respetados, amados, cuidados y atendidos.
Los niños aprenden de las experiencias que viven. Por eso debemos recordar que la familia es el principal círculo social y que un ambiente de trato cordial, afectuoso y solidario entre los integrantes de la familia es la base para lograr un sano desarrollo y equilibrado entre los aspectos físico, cognitivo y emocional; además que mejora el autoestima de cada uno de los miembros de la familia. Este tipo de convivencia les muestra, entre otras cosas, que los conflictos que surgen en la convivencia diaria se resuelven a partir de conversar y de llegar a acuerdos, y no mediante el maltrato físico o psicológico. Para mejorar la convivencia familiar se sugiere:
- 1.- Establecer relaciones igualitarias y justas. Es muy importante comunicar a los niños, con hechos y palabras, que los hombres y mujeres son seres humanos con diferencias pero que comparten las mismas obligaciones y derechos. Una manera de lograrlo es que las tareas y obligaciones en casa se repartan equitativamente entre los integrantes.
- 2.- Involucre a los niños en las actividades y conversaciones familiares. Esto ayudará a que los niños comprendan que su presencia es importante para los demás y les dará seguridad y confianza en sí mismos. Además, esa participación propicia que aprendan muchas cosas: escuchan palabras nuevas, se enteran de cosas vinculadas con la convivencia social, conocen las causas de alegría o preocupación de sus familiares. Todo lo que observan, tocan y escuchan se vuelve un detonador de preguntas y reflexiones, lo que favorece que tengan un mayor dominio de su lenguaje oral y conocimiento del mundo que los rodea.
- 3.- Propicie oportunidades para la actividad física y el juego. Es recomendable buscar opciones para que tengan oportunidad de moverse, correr, trepar, etcétera, así como de convivir con otros niños; y es muy importante que los padres, los hermanos u otros miembros familiares jueguen con ellos; así se pueden tener gratos momentos de convivencia familiar. Tome en cuenta que muchas veces las reglas no se aplican sólo para los juegos, sino que también se emplean para relacionarse con otras personas y en otras situaciones que enfrentan a diario.
- 4.- Evite que el niño pase mucho tiempo frente al televisor, videojuegos o computadora; de prioridad a la convivencia familiar y al juego. Los medios de comunicación son parte importante del mundo social y es conveniente que los niños desde pequeños aprendan a distinguir y a reflexionar sobre los distintos tipos de mensajes que emiten. De acuerdo con los programas que observan, los niños aprenden diversas cosas: se enteran de la variedad de formas de habla de nuestra propia lengua y de la existencia de otros idiomas; conocen costumbres o modos de vida de personas de distintos pueblos y lugares, diversos escenarios naturales, creaciones artísticas. Pero también pueden observar continuamente hechos violentos y criminales. Si los pequeños son expuestos a programas o videojuegos con contenidos de este último tipo, pueden asumir que la violencia es una forma normal de las relaciones sociales o que se vale hacer el mal para conseguir el beneficio propio.
- 5.- Estimule la responsabilidad y la disciplina: reconozca los logros del niño y ayúdele a avanzar. Es importante encargar pequeñas tareas para que los niños aprendan a asumir responsabilidades y a convivir cordialmente, aunque es natural que no siempre logren realizar bien las tareas encargadas, porque ¡están aprendiendo! Su hijo necesita saber que sus esfuerzos son tomados en cuenta; en sus intentos, aliéntelo, no lo desanime; destaque lo que hace bien y estimúlelo para que siga intentando. Es mejor reconocer lo que logra hacer en ese momento que fijarse sólo en lo que le falta.
- 6.- Enseñe al niño a identificar zonas y actividades que puedan representar un riesgo para su salud. Impulsados por su natural curiosidad y por su necesidad de movimiento, los niños observan y manipulan los objetos que llaman su atención, lo cual es positivo porque les permite aprender sobre la utilidad de ciertos utensilios e instrumentos; cuando ello no represente riesgos o pérdidas materiales es conveniente dejarlos que manipulen objetos libremente, y siempre dialogar con ellos cuando requieran la participación del adulto.Pero en algunos casos, esa curiosidad puede representar riesgos. En estos casos, además de la indicación de no tocar o manipular objetos peligrosos es conveniente explicarles por qué algo representa un riesgo y sus posibles consecuencias. Así, el pequeño entenderá las razones por las cuales debe ser precavido y aprenderá a cuidarse. La satisfacción de su curiosidad puede lograrse si la exploración de objetos, artefactos o lugares se realiza bajo la guía de un adulto.
- 7.- Evite el maltrato físico y psicológico.
¡Fomentemos la convivencia familiar con mucho amor y paciencia!
Escrito por Mrs. Lulú Peña
Directora Kínder Campus Concordia