ARTÍCULOS DE INTERÉS
Cómo ayudar a nuestros niños y adolescentes ante el confinamiento.
Fecha de Publicación: 12/1/2021Todas las personas tenemos un conjunto de necesidades que debemos satisfacer para poder disfrutar de un desarrollo personal y social óptimo. Ante una situación como la que hemos vivido y seguimos viviendo, los niños y adolescentes son especialmente vulnerables, debido a la alteración de los entornos donde se desarrollan. La indicación que tenemos en general de permanencia en casa y la interrupción del funcionamiento normalizado en la vida cotidiana trae, en muchas de las familias, dificultades para atender esas necesidades de los niños y los adolescentes por lo que la adaptación ante la situación estará mediada en gran parte por los padres y todo el contexto en el que se desenvuelven.
Ha de considerarse que en un contexto como el del confinamiento, el sedentarismo, el aburrimiento y la inactividad se potencializan y el ritmo energético se reduce bruscamente, pudiendo tener como resultado implicaciones negativas. Esta falta de actividad física puede afectar en varios aspectos como por ejemplo la calidad del sueño, dificultades para mantener las rutinas escolares, cumplir con las tareas académicas y participar de interacciones sociales fuera del ámbito familiar (a pesar del creciente uso de plataformas de videoconferencia para hablar con amigos). La asistencia presencial controlada a la escuela y actividades extraescolares agrava estas circunstancias, haciéndose especialmente relevante para aquellos niños o adolescentes con mayores dificultades en las relaciones con sus iguales o en aquellos con dificultades en el rendimiento académico. Por todo lo anterior es necesario ayudar a nuestros niños y adolescentes a poder reducir estas consecuencias y aquí algunas recomendaciones:
*Mantener hábitos saludables es sumamente importante para ellos, que coman bien, que estén durmiendo bien, que se mantengan activos.
*Establecer un horario específico para ejercitarse como parte de la rutina diaria.
* Ofréceles un espacio para compartir sus sentimientos, emociones y escuchar sin juzgar (o sin asegurarles que todo estará bien).
*Ayude a que practiquen la atención plena. Las técnicas de atención plena pueden ser muy útiles en este tipo de situaciones, donde nuestras rutinas se ven interrumpidas y podemos sentirnos abrumados por la frustración y la decepción. La atención plena nos enseña a conectar con nuestras emociones en cualquier momento y a experimentarlas sin juzgarlas.
*Hacer caminata en familia, hacer senderismo o andar en bicicleta.
*Anímese Tomar clases de Yoga, pilates o de baile, hay muchas opciones en línea o alguna plataforma.
*Agregarse a un grupo donde se realice un deporte en la medida de lo posible.
*Ofréceles un entrenador personal, esta es una gran opción para los adolescentes que no tienen mucha motivación extra.
*Asegúrese que los niños hayan dedicado tiempo en el patio o en algún campo cercano para ejercitarse.
Recordemos que lo más importante es estar en constante observación ante cualquier cambio que nuestros niños y adolescentes presenten para poder actuar oportunamente.
“El movimiento es una medicina para crear el cambio físico, emocional y mental”
- Carol Welch.
- MA. Andrea Proa / Directora de Campus Anáhuac.