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El impacto del celular: una reflexión necesaria
Fecha de Publicación: 10/30/2025
En los últimos años, el teléfono celular se ha convertido en una herramienta constante en la vida de niños y adolescentes. Sin embargo, su uso excesivo ha generado importantes consecuencias en su bienestar emocional, social y académico.
El psicólogo Jonathan Haidt, en su libro “La generación ansiosa”, expone cómo el aumento en la ansiedad, la depresión y la inseguridad entre los jóvenes está estrechamente relacionado con la llegada de los teléfonos inteligentes y la interacción continua en redes sociales. Al sustituir el juego, la convivencia real y el contacto humano por horas frente a una pantalla, los niños pierden oportunidades valiosas para desarrollar habilidades sociales, emocionales y cognitivas.
En el entorno escolar, el celular representa una distracción constante que interrumpe el proceso de aprendizaje y desvía la atención de lo verdaderamente importante: aprender, convivir y crecer en comunidad. Además, el acceso permanente a redes sociales puede exponer a los alumnos a comparaciones, sobreinformación y situaciones de riesgo, como el ciberacoso.
Por estas razones, consideramos fundamental que el uso del celular no forme parte del ámbito escolar. Nuestra intención es proteger los espacios de aprendizaje y fomentar la concentración, la interacción directa y el bienestar de todos los estudiantes.
Sabemos también que la tecnología forma parte del presente educativo, y por ello el uso de iPads y herramientas digitales dentro del aula tiene un propósito estrictamente académico. Es importante que los dispositivos se utilicen exclusivamente para temas escolares, evitando el uso de juegos o aplicaciones que puedan distraer o propiciar un uso inadecuado.
El reto de esta generación es aprender a convivir con la tecnología de manera equilibrada y responsable. Como comunidad educativa, buscamos acompañar a nuestros alumnos en este proceso, ayudándolos a desarrollar criterio, disciplina y conciencia sobre el uso que hacen de sus dispositivos.
Invitamos a toda la comunidad educativa —padres, alumnos y docentes— a reflexionar sobre el papel que este dispositivo ocupa en la vida cotidiana de nuestros niños y jóvenes. El reto es grande, pero también lo es nuestra responsabilidad: formar generaciones más seguras, empáticas y conscientes del valor de la interacción humana real.
Educar en el uso responsable de la tecnología también es formar en valores, autocontrol y bienestar.
Mr. Guillermo Chapa
Director Campus Sendero