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Educando hijos emocionalmente sanos.
Fecha de Publicación: 11/29/2018
Como padres podemos definir que educar es transmitir, mostrar, encaminar o enseñar a nuestros hijos lo que consideramos importante para enfrentar la vida. Dentro de este camino de educar interfieren nuestros valores, ideas, expectativas de vida así como nuestros hábitos y formas de vivir. Siempre tenemos la intención de dar lo mejor a nuestros hijos, sin embargo no sólo se basa en la intención sino en saber cómo transmitirlo.
Es importante tener claro que enseñar es algo natural y espontáneo, que se transmite de generación a generación y esta enseñanza se da a través de la observación, la imitación y sobre todo con el lenguaje no verbal. Esto quiere decir que además de explicar lo que queremos y esperamos de nuestros hijos, así como también lo que no deseamos , debemos hacérselos saber con nuestras actitudes, nuestras emociones y sentimientos, conductas de aprobación o desaprobación, y consecuencias directas hacia todo comportamiento (tanto positivo como negativo). En este sentido es fundamental que estemos alertas de cómo nos comunicamos con nuestros hijos, siempre de manera positiva para que ellos puedan formar su identidad y potenciar así una buena autoestima.
Existen algunos rasgos de familias saludables que ayudarán que nuestros hijos puedan crecer emocionalmente estables y se puedan convertir en adultos independientes y funcionales:
a) Tener una buena comunicación con nuestros hijos donde exista una libre expresión de pensamientos y sobre todo sentimientos.
b) Se cuenta con normas y límites coherentes.
c) La resolución de problemas de forma asertiva.
d) Darse el tiempo de conocer sus intereses y preocupaciones e intervienen de manera asertiva cuando se requiere.
e) Se dan alternativas donde se pueden elegir sus propias decisiones, aún cuando puedan equivocarse, aprenden de sus propios errores.
No nacemos siendo padres ni existe un manual para padres que evite el equivocarnos, sin embargo en la medida que podamos invertir a tiempo para educar hijos emocionalmente sanos podremos garantizar que serán adultos preparados para enfrentar la vida.
- Ms. Andrea Gracia.
Directora de Campus Anáhuac.